CUENTO PARA LA CIENCIA
"Ignorance is the night of the mind." Confucius
Ella había leído la proposición de sojuzgar a Galileo al silencio. El cardenal la había escrito y dejado negligentemente sobre la mesa de estudio.
Ella pensaba que debería ser algo importante pues su amante en la academia de Pisa se sentía apenado por la prisión domiciliaria a la que había quedado sometido Galileo. La Inquisición no había pasado juicio todavía pero se temía un veredicto riguroso para el anciano. El cardenal y la iglesia tenían, como siempre, la entera razón.
El anciano se recantará de sus ideas de 'avant guarde'. La revolución no ocurriría todavía. Quizás, en dos siglos o tres.
Ella lo amaba. No lo quiera comprometer presentándole el documento de proposición cardenalicio. El podía ser sometido por complicidad con el delito del anciano o con la sustracción ilícita de un documento religioso-jurídico que constituía un abuso de confianza de parte de ella. Ella prefiere relatarle su acto de valentía. He encontrado el sometimiento al tribunal de la Inquisicion del noble Galileo. El texto indica que la razón principal de la acción judicial es su empecinado pujar por la movilidad de la Tierra alrededor del sol.
El le respondió con una sorprendente revelación.
"Yo confieso creerle al anciano", dijo. Además, tengo una teoría propia que tiene que ver con la futilidad de las discusiones pseudocientificas. Quiero decir esas nociones dogmáticas basadas en las matemáticas. Mi filosofía es que las tautologías dominan las racionalizaciones. Las observaciones, por buenas que sean, llevan a conclusiones erróneas o a verdades parciales. Por ejemplo, tomemos la infinitud del universo: si es infinito, no importa donde estés, en la Luna o en Júpiter, siempre estarás en el centro del circulo o de su diámetro. Así, podemos pensar que todo se mueve alrededor nuestro.
"No hables de tu teoría con nadie, deja esas disputas para el anciano y los inquisidores" le aconsejó ella. Es verdad, somos solo los infinitos puntos del circulo universal. En el ámbito mas pequeño o en la linea mas tenue caben todos los puntos del universo.
"Retornaré el documento a la oficina". Espera por mi aquí. "Ten mucho cuidado, pues todo se descubre en una ciudad pequeña como Pisa." Ella se fue a la oficina cardenalicia. El jamas volvió a verla. Se había esfumado del planeta.
j.a.canto, MBA
domingo, 7 de septiembre de 2008
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