La Historia del Fuego
El fuego como fuente de calor y luz aparece en toda la narrativa clásica religiosa antigua desde el Génesis hasta el Apocalipsis, pasando por los escritos sagrados hindúes, persas, y greco-romanos. El fuego siempre ha sido objeto de adoración mágica.
La dicotomía luz-tinieblas es fuente de doctrina religiosa en Zoroastro y en Jesucristo, uno contemporáneo de Homero el otro de Séneca.Ángeles, las emanaciones divinas guardianas de las puertas del Paraíso, portaban espadas de fuego. ¿Existiría entonces una fuente fría de luz?
El fuego contenía un secreto para los antiguos sacerdotes. Ellos clasificaban el fuego por su procedencia: fuego del cielo, fuego volcánico, y fuego fatuo. El sol como fuente de luz fue adorado por todos y por los griegos como fuente del fuego celestial - Helios y su carro de fuego.Los encargados de alimentar un fuego constante en la tradición escandinava eran los sacerdotes de la tribu de acuerdo a un cuento de K. A. Gjillerup, Nobel de Literatura 1917. Este fuego era de origen volcánico; pero, hoy no existen volcanes en el norte de Europa. ¿Cuál sería al alba de la civilización europea su fuente individual y hogareña de luz y calor por las noches de invierno? ¿Traerían su fuego del Aetna o el Vesuvio? No hablo del mantenimiento del fuego después de encendido que era labor sacerdotal vishnuista. Me refiero a su origen primigenio: el Magma de las mismas entrañas de la tierra. Vulcano, casado con Astarté, Afrodita, Artemisa y Venus- claro no simultáneamente- era el dios artífice forjador de los metales y las armas. También fue él un Prometeo.
En el Génesis, un rayo de alto voltaje destruyó o ayudó a incendiar las ciudades de la llanura. Se salvó Lot y sus dos hijas pues su mujer -sin nombre- se transformó en una estatua de sal. En Cortázar, esta transfiguración ocurre durante un juego -véase "El fin del juego"- sin consecuencias que no sean psicológicas. Es casi imposible que el rayo fuera el origen del fuego sacerdotal. El rayo siempre ocurre durante la tormenta, la lluvia. No así el fuego volcánico que a sus tres mil grados centígrados no se apaga con la lluvia.
¿Cómo llegaba el fuego de los lugares volcánicos a los lugares fríos del norte?Recordemos que el aceite de un cetáceo alumbraba por meses Beacon Hill en Boston durante el siglo XIX. Además, los buques pezqueros de la antigüedad se alumbraban con lámparas de aceite de origen animal. Así es que las posibilidades de llevar fuego del área del Mediterraneo a Escandinavia eran muy altas, iguales a las de enviar de Atenas a Roma el fuego de las Olimpiadas. El fuego de la lava del volcán a la madera que luego encendería las lámparas de aceite, no del rayo al árbol, un evento fortuito de muy baja probabilidad.
El fuego o luz fatuos carecen de calor. Esa luz aparece en el milagro del Espíritu Santo sobre las cabezas de los discípulos de Cristo en Jerusalen. En el "Fausto" de Goethe se leen algunos versos relacionados al fuego fatuo. Nos parece importante señalar que el poeta se refiere al carácter de algunos de sus personajes principales. Ellos, como fuego fatuo, carecen de poder destructivo. ¿Cuál de los fuegos robó al Olimpo el dios Prometeo? La combinación del sol y el espejo.
j. a. canto,MBA
sábado, 16 de febrero de 2008
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